A propósito de Tatica

El siguiente, es un testimonio publicado en la edición de enero 2010 de la Revista Católica Rayo de Luz.


Bajo la Protección de su Manto

En noviembre de 2007 tuve la oportunidad de salir a trabajar fuera del país. Gané un concurso regional que me permitió, en principio, ausentarme por cuatro meses de mi trabajo oficial. Más adelante, concreticé una propuesta de dos años y renuncié a mi trabajo en dominicana, quemé mis naves y me vine a vivir a esta tierra que hoy me acoge en El Pulgarcito de América.

Hasta julio 2008 trabajé bastante bien con la persona que me tocaba coordinar. No fue un trabajo fácil, pero en ningún momento conflictivo, hasta que, al final de julio me llega el primer obstáculo. La persona con la que había trabajado mano a mano por seis meses, cambió radicalmente su comportamiento hacia mí, sin explicaciones y buscaba que me despidieran. No pudo hacer mucho esa vez, pues a partir de agosto pasaba a ser coordinada desde otro país, lo que quitaba un poco de influencia.

En principio, trabajar con esta nueva persona fue bien, sin embargo a los pocos días renunció, entrando otra persona a coordinar conmigo. Como en todas las partes, esta persona, al ser nueva en la posición trabajó conmigo mano a mano. Sin embargo, a medida que se fue posicionando en su puesto, salieron a relucir muchas fases de su personalidad que desconocía.

En enero de 2009, estando de vacaciones en República Dominicana llegaron hasta a mí algunos correos que me advertían de que me tenía que cuidar, pues estaban tramando cosas no muy buenas en contra mía en el trabajo. Había estado leyendo un libro que se llama “Mirar a María” de Padre Antonio Orozco, lo que fue para mí una sanación espiritual y un consuelo para lo que había de venir. Ahí se mencionaba bastante el libro “Caminos” de José María Escrivá. Yo lo tenía por un regalo que me habían hecho cuando mi confirmación.

En ese libro, el día 8 de enero leí en la instrucción 12 lo siguiente: "Crécete ante los obstáculos, la gracia de Dios no te ha de faltar. Pasarás a través de los montes. ?Qué importa que, de momento, tengas que recortar tu actividad, si después, como muelle que fue comprimido, llegarás más lejos de lo que nunca soñaste?
En ese momento, supe que me despedirían de mi trabajo. El día 15 de enero, que tenía reunión con el consejo de países que me coordina, cuando iba de camino a la reunión, en Managua veía todas las imágenes de la Virgen y recordé que en pocos días sería el día de la Virgen de la Altagracia. En ese momento, hice un Rosario y me encomendé a la Virgen. Le dije: “Madre mía, Virgen de la Altagracia, cómo eres la Protectora de las y los dominicanos, donde quiera que nos encontremos, protégeme con tu manto santo. Que no sienta nada, que no diga nada, sólo que me inunde la paz de tu Hijo Amado, Jesús”

Y así fue, en la reunión, las coordinadoras me propusieron que si yo quería renunciar o que me suspendieran. Yo le dije, firmemente y en paz, que me suspendieran. Me dijeron que esto afectaría mi carrera profesional pues harían una carta reportando inaptitud para el puesto que ocupo, pero otra vez, en paz y firme les dije, "Suspéndame, no tengo porque renunciar. Yo no he hecho nada ni política ni técnicamente incorrecto" . Las dos coordinadoras que habían articulado todo se descompusieron totalmente por mi reacción tan calmada y llegaron a decir que a mi no me importaba mi trabajo, que por eso estaba tan tranquila.

Pero, la maldad siempre choca con la verdad. En menos de una semana todo se había echado para atrás y en todo veía claramente la mano de Dios que dice en su palabra que los planes de los malvados no prosperan, de desbaratan, pero que el Justo vivirá por la fe.

Hoy en día, las dos personas que me querían hacer daño fueron retiradas de sus puesto. Yo he conservado el mío y sigo trabajando en pos de los derechos de las mujeres de Centroamérica y República Dominicana. Dios ha sido el que me trajo hasta aquí, es su Diestra la que me ha protegido por la intercesión de la Virgen de la Altagracia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Señor, tengo en casa..."

Disposición a pagar